
"Como el dinero, en cuanto concepto existente y activo del valor, confunde y cambia todas las cosas, es la confusión y el trueque universal de todo, es decir, el mundo invertido, la confusión y el trueque de todas las cualidades naturales y humanas."
(…)
"Si suponemos al hombre como hombre y a su relación con el mundo como una relación humana, sólo se puede cambiar amor por amor, confianza por confianza, etc. Si se quiere gozar del arte hasta ser un hombre artísticamente educado; si se quiere ejercer influjo sobre otro hombre, hay que ser un hombre que actúe sobre los otros de modo realmente estimulante e incitante. Cada una de las relaciones con el hombre y con la naturaleza ha de ser una exteriorización determinada de la vida individual real que se corresponda con el objeto de la voluntad. Si amas sin despertar amor, esto es, si tu amor, en cuanto amor, no produce amor recíproco, si mediante una exteriorización vital como hombre amante no te conviertes en hombre amado, tu amor es impotente, una desgracia." (Manuscritos económicos y filosóficos, 1844)
¡Sí! El dinero puede comprar todo, hasta el “amor”. Pero ese amor “es impotente, una desgracia”. Por eso, a pesar de todo, los desposeídos (mal que les pese a los poderosos) suelen ser más dignos y más felices. Tal vez porque en el fondo intuyen que el futuro les pertenece.
Gracias, Carlitos (Marx). ¡Y muy FELIZ CUMPLEAÑOS!
Enzo Valls