14 de agosto de 2009

Diferencias frente al voto de las facultades delegadas

QUÉ HAY DETRÁS DEL “CENTROIZQUIERDA” DE LOS MEDIOS

» Por Redacción InfoSUR

La cobertura periodística sobre la sesión del Congreso que trató la prórroga de las facultades delegadas fue maniquea y partidista. De periodismo independiente a periodismo barricada, la lupa estuvo puesta en los 16 legisladores nacionales que etiquetaron como “centroizquierda”, que hacían el “guiño” al gobierno o eran férreos opositores. Pero no todos votaron lo mismo. Proyecto Sur mantuvo una postura crítica e independiente, de acuerdo a lo prometido desde su nacimiento.

Fue la primera “gran batalla” legislativa post-elecciones. El gobierno nacional logró que el Congreso le otorgue por un año más la capacidad de actuar discrecionalmente sobre más de 1900 leyes de variados temas. Pero el foco de atención estuvo puesto sobre aquella que permite al Ejecutivo el manejo de los Derechos de Exportación (retenciones). De ahí que las principales gremiales empresarias del “campo”, aglutinadas en la Mesa de Enlace presionaran en los pasillos legislativos a los diputados del oposicionismo para oponerse a la prórroga y la obsesión del gobierno nacional por mantenerla.

“Centroizquierda”

En las últimas semanas, la Comisión de Asuntos Constitucionales del Congreso comenzó a tratar este proyecto y mientras se definían las posiciones opuestas, algunos diputados empezaron a tomar distancia del enfrentamiento que comenzaba, como en otras ocasiones, a perder toda racionalidad política.

Entonces, cuando el punto de presión se concentró sobre estos sectores quienes podían alterar la balanza para uno u otro lado, los medios de comunicación comenzaron a caer en un abuso político del tratamiento del hecho. Así, los titulares de los diarios matutinos alimentaron a los programas periodísticos radiales y televisivos del día con posiciones maniqueas que provocaron gran confusión en la ciudadanía.

¿Qué significaba como titulaba Crítica que “El gobierno suma apoyos” o que “Con el voto de la izquierda prorrogan las facultades”? ¿Qué quería decir Clarín cuando titulaba que “El oficialismo ya tendría los votos para prorrogar las retenciones” y aclaraba: “Centroizquierda: 16 diputados. Confluyen sectores que integran el Gobierno, como el socialismo K, otros que se alejaron (Libres del Sur y Vilma Ibarra), y quienes se acercaron últimamente: el SI (9 bancas), Lozano (Proyecto Sur) y Bonasso, que en los últimos comicios fueron aliados de Pino Solanas o Martín Sabatella”?

¿Cómo explicarán ahora los medios que el voto de estos legisladores en ningún momento representaban un bloque homogéneo y cómo harán para aclarar las razones del voto de cada uno?

La abstención de Proyecto Sur

Mientras algunos legisladores de lo que los medios mal llamaron “centroizquierda” votaron a favor del gobierno, otros tantos se abstuvieron. Entre estos últimos, se encontró Claudio Lozano, el único que forma parte de Proyecto Sur, siendo que algunos legisladores del SI simplemente participaron junto a Pino Solanas en las elecciones en la ciudad de Buenos Aires (como María América González). Algunos trabajos parlamentarios conjuntos no hacen de 16 legisladores un frente, una alianza, un bloque ni cómplices.

La posición de Proyecto Sur fue tajante, pero no ha sido reflejada correctamente. Las conversaciones previas con el gobierno se remitieron a condiciones de estos 16 legisladores para aprobar el proyecto, una de las cuales era justamente no aprobar un paquete cerrado. Esto se debía a que desde Proyecto Sur se consideró que la prórroga de este paquete cerrado de leyes es una “expresión de la degradación de la democracia argentina”.

Así lo manifestó Fernando “Pino” Solanas, recién llegado de un viaje de trabajo de dos semanas. Para el diputado electo que asumirá a partir de diciembre “es una vergüenza que se pueda aceptar desde hace muchísimos años la delegación de más de 1900 leyes” y una “irresponsabilidad alarmante de toda una dirigencia política que no sabe ni de qué se trata”.

Deste una posición alternativa, criticando tanto al oficialismo como al oposicionismo, Proyecto Sur siempre manifestó que trabajaría desde una posición crítica e independiente a favor de aquellas medidas que consideran positivas para el país y los ciudadanos.

Por ello, Solanas expresó correctamente que esta delegación de facultades no la creó el kirchnerismo, que sí se aprovechó de ella, y calificó a la prórroga como “un nuevo Pacto de Olivos y instrumento jurídico de la corrupción institucionalizada de la argentina, que además significa anulación del poder parlamentario, y que involucra a radicales, pejotistas y aliancistas, que jamás los cuestionaron y hasta dispusieron de ellos años atrás.”

Los oposicionistas rechazaban el paquete porque lo subordinaban al interés de voltear las retenciones, sin considerar el resto de las leyes. Desde Proyecto Sur aclararon que si el Ejecutivo precisa de alguna facultad que se considera necesaria, como las retenciones, la debe plantear ante el Congreso y tratarla puntualmente. En ese caso, Proyecto Sur siempre manifestó que a consideración del legislativo, son un derecho legítimo de política económica que debe disponer el Ejecutivo.

Por ello, si aprobar la prórroga era una posición contraria a lo sostenido por Proyecto Sur, votar en contra significaba montarse en un circo que confundía delegación de facultades con retenciones a las exportaciones y ajeno a cualquier posición sincera que pretenda poner en la agenda pública las prioridades que planteó la fuerza desde un comienzo: recuperar los recursos naturales, terminar con la crisis que el modelo privatizador provoca en los sectores de energía y transporte, entre otros, para enfrentar la cuestión social y terminar con la pobreza en el país.

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