Hugo Kofman*
La decisión de la Corte Suprema de Justicia de anular el indulto menemista a Martínez de Hoz y Videla, por el secuestro extorsivo de dos empresario en 1976, es una decisión justa, y coherente con otras resoluciones de estos años, que abrieron la puerta a los juicios a un grupo importante de genocidas.
En Santa Fe ya tenemos un civil condenado: el ex juez Rafael Brussa, y ahora se reabre el caso Martínez de Hoz. Pero eso, a pesar de los anuncios oficialistas, no significa que se haya iniciado el juzgamiento a los ideólogos de la dictadura. Y menos aun por sus acciones de entrega del patrimonio nacional, dado que en ambos casos están en juego sus respectivas participaciones en actos aberrantes de la represión ilegal. De modo que, a pesar de lo bueno de la noticia, no hay ningún cambio de fondo en cuanto a la impunidad de los que armaron y se beneficiaron con la deuda externa fraudulenta en la época de la dictadura militar, ni de quienes luego la convalidaron y aumentaron en sucesivas reestructuraciones y pagos ilegales.
La verdadera justicia con los ideólogos civiles de la dictadura militar comenzá el día en que los argentinos, a través de un gobierno con auténtica vocación de soberanía, decidamos poner en tela de juicio a la deuda externa y correlativamente juzgar a los responsables de ese sistema de dominación colonial. Deuda que fue causa de la entrega de nuestras empresas públicas y del genocidio social iniciado en la década del 90, y que hoy sigue vigente. Justicia que culminará cuando dejemos de pagar deuda ilegal, recuperemos nuestras empresas públicas, y destinemos nuestros recursos a la construcción de una sociedad fraterna con trabajo digno, salud, educación y vivienda para todos.
* Referente de Proyecto Sur - Santa Fe
0 comentarios:
Publicar un comentario