
Entrado el siglo XXI, en Argentina la excusa del progreso sigue sirviendo como telón de fondo a la tala, la extracción, el avance indiscriminado sobre zonas habitadas... que las máquinas realizan en mitad de la noche, sin previo aviso, desarmando casas precarias y llevando por delante familias enteras.
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Las situaciones que enfrentan son terribles. Como Palestina: caen a las 10 de la noche, les gritan: ‘¡Se van todos de acá!’, y avanzan las topadora. Participan grupos paramilitares. Y a la mierda los ranchos, a la mierda todo. Al sobrevolar estos territorios es muy gráfica la imagen: las zonas desmontadas se ven como cuadrados blancos, por eso el simbolismo de usar las sábanas como fondo, como recorte, para retratarlas.
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