7 de diciembre de 2008

El 10 de diciembre es el Día Universal de los Derechos Humanos

Por Hugo Kofman

Proyecto Sur – Santa Fe (Capital)


El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos cuyos 30 artículos amplían y universalizan la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de la revolución francesa de 1789.

"Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". "Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona". "Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas". "Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes". Y así continúa en referencia al trabajo, a la alimentación y a un amplio conjunto de derechos civiles y políticos.

Los primeros en violarlos fueron los que primero firmaron: Francia en Argelia, EEUU en Vietnam, y todas las potencias imperiales en Asia, África y América Latina. La "Escuela de las Américas", fundada por los EEUU en Panamá, fue el mayor centro mundial de entrenamiento de torturadores y genocidas. Ahí se instruyeron los militares argentinos que destruyeron la generación de luchadores populares más decidida de la historia a liberar nuestra patria. Todo esto, sin considerar la hipocresía de hablar de igualdad en "dignidad y derechos" en una sociedad dividida en propietarios y desposeídos, desde el momento mismo del nacimiento.

En la Argentina, el 10 de diciembre cobró significado a partir de la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos, Abuelas y organismos de Derechos Humanos. La Marchas de la Resistencia nacen y se repiten en esa fecha, en plena dictadura. Crecen año a año hasta transformarse en un clamor popular, por la Aparición con Vida de los Desaparecidos y el Juicio y Castigo a los Culpables.

El Dr. Raúl Alfonsín, que había integrado el Consejo de Presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos durante la dictadura, llega al gobierno con la promesa de hacer justicia y elige asumir como mandatario el 10 de diciembre de 1983: todo un símbolo. Sin embargo, a partir de ahí, y bajo la inspiración de la aberrante "teoría de los dos demonios" decide el juzgamiento exclusivo de las cúpulas militares y de los dirigentes de las organizaciones llamadas "subversivas". Habrán de llegar las condenas escalonadas, entre prisión perpetua hasta absolución. Pero las denuncias de los familiares de desaparecidos abren otros juicios, y frente a ese avance sobre la impunidad, no previsto, se levantan los carapintadas de Aldo Rico. Alfonsín capitula firmando las leyes de impunidad, a pesar de tener a todo el pueblo en la calle defendiendo las instituciones democráticas. Luego vendrán los indultos de Menem. Pero la lucha por la justicia seguirá sin cesar, se potenciará con la irrupción de Hijos, y así llegaremos a los juicios de hoy, que representan un enorme avance como reivindicación de la lucha popular de los 70 y como derrota moral y política de los genocidas entregadores de nuestra nación.

En este 10 de diciembre intenta interponerse y cambiar el sentido de la histórica fecha un personaje que fuera entronizado por los medios como el referente máximo del lockout agropecuario: el Sr. Alfredo de Angelis. El mismo que hace pocos días encabezara la movilización en defensa del sistema corrupto de la jubilación privada, llama a un paro agropecuario para ese día, intentando recuperar la iniciativa junto a toda la derecha política. Los genocidas impunes y sus expresiones mediáticas como Cecilia Pando, tienen fuertes razones para apostar a este sector. También la tiene el Senador Reutemann, como responsable principal de la masacre de 2001 en la Provincia de Santa Fe, y como culpable de las muertes y daños de la inundación de 2003.

Hoy debemos repudiar estos intentos de desvirtuar el significado del 10 de diciembre, y avanzar en la vigencia efectiva de los Derechos Humanos en todos los ámbitos. Porque es inconcebible que en nuestro país, colmado de riquezas naturales y productivas, el hambre y la desnutrición sigan castigando a los hogares más humildes y en particular a nuestros chicos. No se puede aceptar que Jorge Julio López siga desparecido sin que se haya avanzado en la investigación, que se sigan secuestrando y torturando a los integrantes de la organización Los chicos del Pueblo, que no se haya esclarecido la situación de cada uno de los 30.000 desparecidos, que aún no se haya restituido la identidad a más de 400 hijos de militantes desaparecidos.

El hecho de conmemorarse los 25 años de democracia no nos debe hacer olvidar todas las deudas que ésta tiene para con el pueblo, y en particular con las Madres de Plaza de Mayo quienes con su lucha tenaz fueron capaces de encabezar la batalla para que caiga la peor de las dictaduras que asolaron a nuestra patria.



Santa Fe, 1 de diciembre de 2008