3 de mayo de 2009

Fin de ciclo

* por Mario Mazzitelli (Sec. Gral del PSA)

El desparpajo con el que se busca recortar el período presidencial muestra la peor cara de la política argentina. Aquella que no se resigna a cumplir con la formalidad democrática. Si la letra de la Constitución Nacional.

Estamos lejos de una democracia económica, social y cultural que le de contenido a la democracia electoral. Así y todo resultaría sabio respetarla. Incluso mordiéndonos los dientes.

El Senador salteño Juan Carlos Romero se pronunció a favor de que el matrimonio Kirchner se aleje del gobierno. Es una de las expresiones que desean el fracaso político del oficialismo, con el fin de capitalizar la situación. Se une a los Grondona y los Biolcatti. Y a tantos otros que empujan por el derrumbe presidencial.....



Los errores del gobierno, el deterioro del modelo surgido tras el estallido del 2001, la crisis internacional, sus amenazantes declaraciones, el adelantamiento electoral, sus contradicciones internas, sus debilidades, la incapacidad por escuchar y quizás también la soberbia, obran en su contra más que cualquier declaración. Es cierto.



También un cierre de listas que resulta bochornoso en muchos aspectos. Con Rico que no se sabe si juega con Kirchner o De Narváez, con el preso Patti reivindicado por sectores del Duhaldismo, con tironeos y miserabilidades varias por doquier.



El 28 de junio próximo el gobierno va a perder la mayoría en ambas cámaras.



Nada de esto significa que no deba desempeñar su mandato hasta el último día.

El desafío que nos queda como pueblo, es lograr que llegue al 10 de diciembre de 2011. No en el marco de vencedores y vencidos, dentro de la corporación política. Si en el marco de protección a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad: los niños, los abuelos, los desocupados, los excluidos, los sin techo, los trabajadores; también la producción, el consumo y la inversión; la defensa de las pequeñas y medianas empresas industriales, comerciales, agropecuarias y de servicios; la recuperación de los bienes naturales y las áreas y recursos estratégicos de la economía; el cuidado del ambiente.



Estas son las tareas para los próximos años. Se deben ejecutar cualesquiera sean los equilibrios y la composición de los poderes del Estado. Ellas se pueden realizar si se ordena una correcta “agenda” en torno a los principios de Soberanía y Justicia Social.



El modelo financiero-agro-minero de saqueo, que hoy persiste en la Argentina, unido a la idea del ajuste y el retorno a las auditorias del FMI, es un factor de atraso económico, inequidad social e inestabilidad política. Es el pasado que debemos dejar atrás.



La derecha decadente se aferra a él y sueña con hacer caer al gobierno. Trata de despertar los peores sentimientos en amplias franjas de la población que están descontentas con el oficialismo. El gobierno se prende en un “todo o nada”. Hoy más cerca de la “nada” que del “todo”. Falsa disyuntiva por la naturaleza de la contienda. La contradicción la puede saldar la madurez de nuestro pueblo.

Cuando cierren las listas y se planteen los programas de gobierno para el 28 de junio, el pueblo deberá elegir con total libertad, con alegría y sin presiones y con el firme compromiso de hacer cumplir los mandatos otorgados a los representantes. Cumplir con el programa comprometido, cumplir con los cargos asignados y cumplirlos por el tiempo estipulado.



Entonces el fin de ciclo no será el de un coyuntural administrador de la cosa pública. Será el fin del ciclo de irresponsables comportamientos políticos cuyo costo siempre se cargó en las espaldas de las mayorías populares. Más allá de la corriente político-cultural a la que pertenezcamos, defender la institucionalidad democrática debiera ser un gran común denominador.



Mario Mazzitelli - Movimiento Proyecto Sur

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