En este magnífico día en que se conmemora la lucha de aquellos trabajadores que dejaron su vida peleando por ocho horas de trabajo, queremos celebrar levantando las consignas de lucha de ayer y de hoy: más y mejores empleos, organización y dignidad de los trabajadores.

Y es preciso hacerlo porque hoy en el Gran Santa Fe el 11,4% de la población aún está desocupada y el 34,4% de los empleados del sector privado no tienen descuento jubilatorio.

Estos trabajadores que están en negro cumplen con todas sus obligaciones pero no tienen los plenos derechos del trabajador: a un salario digno, a la seguridad social, a un convenio colectivo de trabajo, a elegir y participar en una organización sindical que lo contenga y represente.
 
En este contexto las mujeres siguen siendo las más perjudicadas, realizan los empleos de más baja calificación y menos remunerados, son mayoría entre los trabajadores informales, cobran salarios inferiores a los de los varones realizando la misma tarea y son relegadas de los puestos importantes de toma de decisiones.

Por todo esto, reivindicamos hoy como siempre la suprema dignidad de todos los trabajadores y trabajadoras, en la convicción de que solo con su participación será posible recuperar las empresas estatales, los ferrocarriles, los recursos estratégicos para un verdadero proyecto de emancipación nacional.