Si ya sé. Debería haber dicho Señora Presidenta. No se enoje, pero intencionalmente he querido darle a mi carta un tinte de vieja escuela rural, esas que usted tanto pondera.
Y contarle, decirle, porque quizás usted no lo sepa o lo haya olvidado, lo importante que fueron los trenes rurales para nuestra querida patria. Mis alumnos siempre me enseñan en los trabajos que realizamos la importancia del tren en el campo. A través de los recuerdos de sus mayores me traen viejas historias repletas de orgullo y de nostalgias.
Con mis alumnos leímos la conferencia donde usted anuncia la llegada del “tren bala”. Este pasa por nuestra querida estación, ya hablan de trasladarnos, de llevarnos a un edificio moderno, lejos de la turbulencia de este bólido.
Señora Cristina; queremos contarle por si usted no lo sabe, que no es ese tren que mis paisanos necesitan, no queremos uno que pase a toda velocidad uniendo grandes ciudades, necesitamos el viejo tren (un poco más arreglado claro) que pare todas las mañanas y todas las tardes. Que lleve nuestros productos, nuestra gente, que nos de vida, no que nos muestre fugazmente un lujo que no nos pertenece.
Oscar DINOVA, Profesor de Ciencias Sociales
DNI: 12109132 / TE: 02324-15581983