2 de octubre de 2009

Demolición del mástil-locomotora de la Estación Belgrano

Cuando se demuele un monumento histórico o parte de él, se atenta contra la memoria colectiva y el legado de nuestras generaciones anteriores. Cuando se destruye una obra de arte, en el fondo se busca silenciar el alma de un pueblo, porque el artista es el emergente capaz de plasmar en su obra los sentimientos que laten en la vida de una comunidad.




Ayer, el Intendente Barletta mandó remover el mástil emplazado frente a la Estación Belgrano, y demoler la obra arquitectónica que le hacía de base. Nada importaron los años en que allí flameó nuestra enseña patria, ni que artistas populares habían recreado ese sitio el 9 de julio de 2008 pintado una antigua locomotora. Máquina que fue símbolo de nuestro progreso y de buena parte de nuestra historia. Expresión sublime del sentimiento de un pueblo que fue despojado de sus ferrocarriles, pero que intenta recuperar sus sueños colectivos inconclusos.

Miles de santafesinos y turistas fotografiaron ese mural, así como otros que denunciaban el absurdo proyecto del “tren bala”, y levantaban en alto la bandera de un tren de todos y para todos. Quizás presentían que esas expresiones artísticas no durarían. Los grafiteros sabiamente las respetaron. En cambio fueron destruidas por individuos encumbrados en el poder, que lo único que demuestran así es su espíritu ruin y mediocre.

Seguramente, más temprano que tarde, el Señor Barletta tendrá que enfrentar a la Justicia por la ilegalidad de su accionar, ya que además de su significado, está avanzando sobre bienes que son del Pueblo Argentino, a través de su Estado Nacional, al que no hay que confundir con el gobierno de turno.



Hugo Kofman – Proyecto Sur 26 de septiembre de 2009

1 comentarios:

Anónimo dijo...

me parece una barbaridad. quien se cree que es CHARLETA.