14 de mayo de 2011

Una mirada político ciudadana o escenas de la vida cotidiana

Por Claudia Peralta*

Salud vs enfermedad:
Vivimos en alerta amarilla por el dengue, ahora por la gripe, ¿se declara o no se declara  la emergencia sanitaria?, ya no importa. Nos sucumbe el miedo a la gripe, el miedo a quien tose, el miedo a la enfermedad, aunque este sea un minúsculo fragmento de la situación social de miles de santafesinos.

Ante esta escena cotidiana me hago una pregunta SIN MIEDO, qué implica enfermarse para una persona, para un ciudadano en  nuestra bendita ciudad  ciudad. Los invito a realizar un RECORRIDO:
- llamamos un servicio de asistencia médico público y gratuito, del cual  podemos obtener dos respuestas – Sra.  tiene una  espera de  unas cuatro o cinco horas o lo lamento la ambulancia no ingresa a su barrio, salgo como puedo no importa si es caminado o en un remis trucho pero llegó a la avenida, no sé cómo,  tomo un colectivo que me pasea por toda la ciudad – que no disfruto, que se hace tedioso, insoportable, hasta llegar a destino: un médico, llevó la esperanza de que algún médico amigo me contesté para no ir al hospital. Puede ser que tenga “la bendita suerte” (como dice Galeano), pero hoy me levanté con el pie izquierdo y estoy parada en una guardia de un hospital, sanitaria  y pública, que de tan pública que es, parece la calle.
Calle, tierra de nadie,  edificio corroído por el tiempo con una guardia dónde se espera sentado en el suelo - tirado - donde los barbijos y la desinfección circulan sólo en nuestros sueños, donde el llanto de un niño con fiebre se entremezcla con el dolor de los brazos de tenerlo alzado, el  cansancio y el hastío de esperar algo que nunca llega.
No basta, con la buena voluntad de una enfermera, de uno, dos, tres o todos los médicos de un hospital.
La pequeña e inocente pregunta es  dónde perdón por la palabra carajo están las medidas preventivas que tanto se regocijan en publicitar los políticos de turno.
 A ellos los invito a ir a la medianoche a un hospital público, los invito a compartir el dolor de ver un hijo sufrir por falta de atención médica, los invito a quedarse a esperar en una sala cerrada donde se tose y estornuda, dónde los niños y niñas lloran en los brazos cansados de una madre que le besa la frente y le promete que pronto estará bien. Aunque el miedo le estruja el alma porque siente su cara ardiente.
Si esto no me conmueve como ciudadano, como  funcionario público, les ruego que dejen sus bancas y vuelvan a sus profesiones particulares, pero que no nos avergüencen en las cámaras de televisión y medios masivos de comunicación, saquen sus carteles, guarden los obscenos panfletos, pines y remeras, si no tienen la dignidad de intervenir con  acciones concretas para mejorar la urgencia,  les ruego como la foto de la enfermera de toda sala de hospital, les ruego, hagan silencio por los que sufren. Por quienes perdimos un niño, un hijo de Santa Fe, por todos los que nos inundamos, en el 2003, en el 2007, por quienes esperan en la guardia de un hospital, y por quienes por la desidia en el camino de la vida les quito un ser amado. Larga y longeva es la vida  para algunos,  corta y desdichada para otros.
 *Claudia Peralta:  Docente periodista y directora de una escuela rural. 
                           Candidata a concejal por la ciudad de Santa Fe, del Movimiento Proyecto Sur  

2 comentarios:

Ale Prieto dijo...

muy bueno el artículo!

encontré dos errores de ortografía, en la firma dice "escula" donde debería decir "escuela" y "consejal" debería ser "concejal".

saludos!

Proyecto Sur dijo...

Corregido. Gracias!